Uno de los herederos de la fortuna del antiguo rey Abdullah de Arabia Saudita llegó de vacaciones a Londres y, como equipaje, cargó sus cuatro autos bañados en oro.
La realeza saudí es conocida en el planeta por su afición a los lujos y a los gastos opulentos y el joven Turki bin Abdullah es uno de sus mayores exponentes en la actualidad.
Como la mayoría de los millonarios árabes, Abdullah eligió Londres, una vez más, para disfrutar de sus vacaciones y así escapar de la calurosa primavera de su continente.
Aficionado a las redes sociales, el joven hace cualquier cosa por unos cuantos "me gusta" y en este verano europeo ya comenzó a hacer ruido al trasladas en avión sus cuatro autos bañados en oro: un Lamborghini Aventador, un todoterreno Mercedes G63 AMG 6x6 y un Bentley Flying Spur y un Rolls-Royce Phantom.